Pioneros en la conservación de la biodiversidad
El 1987 nació el Grupo Jaragua, organización no gubernamental dominicana, con el objetivo de promover el manejo sostenible de la biodiversidad de La Española. Tres años después de su creación, se convirtió en la primera ONG en asumir un acuerdo de comanejo de un área protegida con el gobierno dominicano. Desde entonces, ha ejecutado numerosos proyectos de investigación, monitoreo de especies y ecosistemas, educación ambiental, defensoría ambiental y desarrollo comunitario, integrando a la gente local en todos los aspectos del trabajo.
El nombre del Grupo Jaragua hace referencia al Parque Nacional Jaragua, ubicado en el suroeste de la República Dominicana. Es una de las áreas protegidas más importantes del Caribe Insular, que alberga singulares ecosistemas áridos, semi-áridos y costeros con especies únicas tanto de flora como de fauna. A partir de 2002, con la creación de la Reserva de Biosfera Jaragua-Bahoruco-Enriquillo, el Parque Jaragua pasa a ser una de sus zonas núcleo, y el Grupo Jaragua amplía su área de trabajo a toda la Reserva, que incluyen al Parque Nacional Sierra de Bahoruco, Parque Nacional Lago Enriquillo, Reserva Biológica Loma Charco Azul y Parque Nacional La Gran Sabana (éstos dos creados en 2009).
La Reserva incluye una gran cantidad de especies endémicas y restringidas al área, ya que evolucionaron separadamente en lo que correspondió con la antigua isla del Sur de La Española o Paleoisla del sur, que se continúa a lo largo de la península de Tiburón en Haití.
Sus ecosistemas abarcan desde extensos pinares por encima de los 2000 de altura, hasta bosques secos sobre roca caliza, pasando por espectaculares bosques húmedos y nublados. Asimismo, en sus áreas costero marinas se encuentran las zonas más extensas y mejor conservadas de praderas de hierbas marinas y arrecifes de coral de la región.
Algunas de las especies emblemáticas de la Reserva incluyen las tortugas marinas carey y tinglar (o laúd), las iguanas de Ricord y rinoceronte, la jicotea sureña, el flamenco americano, el manatí antillano, la canelilla de Jaragua, el tamarindo cimarrón, el roblillo de Ekmann y la palma cacheo de Oviedo, entre muchas otras. También la Reserva sirve de hábitat a la mayoría de las especies endémicas de aves (32 de un total de 34 para la isla), así como numerosas aves migratorias que cada año visitan desde Norteamérica.
Preservar la belleza prístina y la diversidad biológica de la Reserva de Biosfera Jaragua-Bahoruco-Enriquillo, mejorando la calidad de vida de las comunidades es la razón de ser de esta institución pionera en la cogestión de áreas protegidas de nuestra isla.